por Steve Cordon
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16 de noviembre de 2022
Quiero comenzar con una anécdota... Una mujer se para en una estación de autobuses y piensa: "¿debo ir en autobús o en taxi? Si voy en taxi, no importa. Si voy en bus, hay 2 opciones; o me siento, o me quedo de pie. Si me quedo de pie, no importa. Si me siento, hay 2 opciones; o me siento al lado de un chico, o me siento al lado de una chica. Si me siento al lado de una chica, no importa. Si me siento al lado de un chico, hay 2 opciones; o nos enamoramos, o no nos enamoramos. Si no nos enamoramos, no importa. Si nos enamoramos, hay 2 opciones; o nos casamos y tendremos hijos, o no nos casaremos y no tendremos hijos. Si no nos casamos, no importa. Si nos casamos y tenemos hijos, hay 2 opciones; o tendremos un niño, o tendremos una niña. Si vamos a tener una niña, no importa. Si vamos a tener un niño, hay 2 opciones; o irá al ejército, o no irá al ejército. Si no va al ejército, no importa. Si va a ir al ejército, hay 2 opciones; o lucha y muere, o lucha y no muere. Si lucha y no muere, no importa. Si lucha y muere - ehhhh - ¿No debería mejor ir en taxi?